"El divorcio ha sido muy duro pero hay que continuar. Como cualquiera, yo he aprendido que la vida está llena de experiencias y que poco a poco uno aprende de sus errores. Nadie es perfecto y las cosas nunca son fáciles", ha confesado Parker a la emisora francesa Europe1.
"Yo he sido muy afortunado. Tengo una familia increíble y unos amigos inmejorables y eso es lo más importante. Cuando me paro a mirar las cosas que están mal en el mundo, como los niños muriendo de hambre o la gente que tiene problemas serios de verdad, es cuando realmente me doy cuenta de que no tengo ningún derecho a protestar".
No obstante, el jugador de los San Antonio Spurs afirma que superar este episodio de su vida le está costando más de lo que esperaba y que está utilizando su trabajo como "vía de escape" para olvidar las turbulencias de su vida privada.
Por su parte, Eva Longoria ha revelado que ella está buscando consuelo en la religión. "Empezar de cero es difícil pero la vida continúa. Estoy rezando para que Dios me de fuerza, coraje y sabiduría en este nuevo viaje", publicaba la actriz en su sitio oficial de Twitter. Y no sabemos si sus plegarias han sido escuchadas pero, lo que si es cierto, es que en los brazos de Cruz parece haber encontrado un consuelo que bien pudiera haber venido del cielo.
El matrimonio Longoria-Parker, que durante tres años se caracterizó por su estabilidad, llegaba a su fin este mismo mes de enero, tras haberse separado el pasado mes de noviembre cuando Eva conoció que su marido le había sido infiel, hecho que, a día de hoy, el jugador de baloncesto aún no ha confirmado.
