Al parecer la fama está haciendo de las suyas en el matrimonio de Katie Holmes y Tom Cruise, que han tenido que adaptarse a sus apretadas rutinas e irse a vivir cada una por su lado.
Según la revista Grazia, mientras que el actor continúa en su lujosa mansión, ella hace gran parte de su vida en una pequeña casa de cuatro habitaciones en las colinas de Hollywood. Ahí se siente libre y alejada de la locura mediática, además de contar con su propio equipo de empleados, escogidos por no pertenecer a las filas de la Cienciología.
Tener un marido estrella de Hollywood, con el constante acoso de la prensa, puede llegar a desgastar la relación. Por eso, Holmes decidió establecerse en una casa aparte de su esposo, para poder disfrutar así de una vida más tranquila y libre.
“Katie sólo quería un pequeño refugio donde pueda ir sola, o con Suri, para tener una vida más normal y privada”, explican fuentes de la revista británica Grazia.
“Ansía tener privacidad y libertad. Katie puede relajarse totalmente allí, andar en pijama, hablar libremente con su familia por teléfono y sentarse al lado de la piscina en el patio trasero”, continúa. “Es un lugar acogedor y relajado”.
Pero hay un detalle que parece marcar esta nueva residencia como su lugar de respiro ante Tom Cruise y su estilo de vida. “Ha seleccionado e investigado a su propio equipo de empleados, y ninguno de ellos son afiliados a la Cienciología”, apunta esta misma fuente.