martes, 27 de diciembre de 2011

David Caruso, de CSI, enamorado de la Argentina

David Caruso, el actor norteamericano reconocido por su rol protagónico en la exitosa serie policial “CSI Miami” se encuentra de visita en la Argentina eligiendo locaciones y elenco para “Chacarita“, un filme que piensa rodar íntegramente en el país, y para el que quiere como coprotagonista a una argentina de la que se ha enamorado perdidamente.

El pelirrojo teniente Horacio Caine, de la franquicia Miami, de la serie “CSI”, lleva una semana en la Argentina recorriendo locaciones para su nueva película, y en el curso de estos días fue cuando conoció a la argentina Julieta Martínez, de 25 años, que subyugó con su belleza al actor, que ahora la quiere como protagonista de su filme que se llamará “Chacarita”.

En un hotel de la Capital Federal, Caruso decidió dejar de lado los lentes de sol con los que tanto juguetea el teniente Caine y las poses con las que sobreactúa y dialogó con Télam sobre su visita, CSI, y su novedoso amor por la Argentina:

-¿Por qué razón está de visita en el país?
-Volví por dos razones, la principal es que estaba buscando locaciones para una película que se va a llamar “Chacarita”. Estuve en las vacaciones de junio pasado y aproveché para probar un nuevo tipo de cámara de filmación. Decidí hacerlo durante mi estadía acá.

Entonces juntamos un equipo de técnicos para hacer la prueba y en el grupo había una chica argentina muy especial, que empecé a notarla cada vez con más interés.

Inicialmente estaba planteado hacer un casting para encontrar a la protagonista, pero de hecho lo cierto es que ella ya estaba entre nosotros. Habíamos hecho una lista de nombres y cuando la vi supe que había encontrado a la chica indicada.

Empecé a mirarla cada vez más y confirmaba que ella es asombrosa. Y quizás, si todo va bien y tenemos suerte, esté en el filme con nosotros. Aunque, claro, ella no es actriz, nunca actuó y ni siquiera quiere hacer la película. Pero yo considero que es maravillosa y apuesto todo a que acepte.

Y esa es la razón número dos: estamos intentando convencerla de que participe de la película. No quiere ser actriz pero en principio se prestó para el tráiler y ahora estamos viendo qué decide.

Se llama Julieta Martínez, tiene 25 años. Es perfecta y es increíble ver todo lo que puede suceder en su cara con sólo una expresión. Por mi experiencia, cuando conozco a alguien especial, me doy cuenta enseguida. Alguna gente, cuando es especial, aparece en cámara de manera diferente.

-¿Cuál es la historia de la película?
-Es sobre un hombre americano que viene a Buenos Aires y, una vez acá, conoce a una chica argentina, se enamoran y tienen un hijo varón. Pero ese chico muere y ellos se separan. El regresa a Estados Unidos pero no puede superarla y vuelve para recuperarla.

El espera que ella todavía esté disponible, pero ella no está.

Entonces intenta descubrir quién la acompaña además de conseguir su perdón. Pero para descubrir si ella lo perdona o no, hay que ver la película.

-¿De dónde surge esta idea?
-De pensar en el arrepentimiento. De que algunas veces en la vida no podés superar, olvidar a alguien, de que intentás seguir adelante y no podés. Entonces tus opciones en ese punto son o aceptás que no podés superar a alguien o tratás de vivir con la realidad de que no podés tener a esa persona otra vez. Y eso es muy duro.

-¿Y por qué elegiste el cementerio de Chacarita que da nombre al filme?
-Porque es el cementerio del pueblo y con el que me siento más identificado. Además, ahí es donde se supone que está enterrado el chico que fallece en mi historia. Y por la vida que tienen los personajes es más realista hacerlo ahí.

-¿Hay fecha para el inicio de la filmación?
-Tengo que regresar a hacer una nueva temporada de CSI y calculo que estaremos empezando a mediados de año.

-¿Cuál va a ser exactamente tu trabajo en la película? ¿Vas a dedicarte a la actuación o vas a trabajar detrás de escena también?
-Probablemente voy a trabajar de productor, quizá también dirigiré, pero estoy comenzando a conocer grandes directores argentinos y me voy dando cuenta de que hay mucha gente talentosa en este país, así que quizás con un poco de suerte no tenga que dirigir en mi película. Produje antes y lo haría de nuevo, pero este es un proyecto muy especial para mí.

-¿Cuál es tu balance del trabajo realizado en CSI?
-Es un hito muy emblemático. Mi personaje es muy importante para mí, representa la justicia. Creo que es importante para todos porque es una persona muy sensible y en un mundo donde hay tanto miedo necesitamos de gente fuerte que nos defienda.

CSI cambió mi vida porque llegó a todo el mundo. A nivel personal me dio la posibilidad de viajar con el show y conocer a mis fanáticos de todo el mundo. Y paradójicamente los fanáticos de todo el mundo se volvieron más importantes que los estadounidenses.

-¿Cuáles son las razones que explicarían el fenómeno de la serie?
-Creo que la imagen del show tiene la habilidad de trascender el lenguaje. Es una historia universal donde la gente puede sentirse identificada.

-El personaje de la película parece ser muy diferente al que estamos habituados a ver en CSI. ¿Buscabas despegarte de un rol que estaba muy asociado con tu nombre?
-Sí, este personaje es más vulnerable. Es una persona que no tiene más defensas y soy consciente de que no es normal verme en esa posición. Pero la verdad es que en la vida suelo ser un hombre vulnerable.

Además, Télam pudo charlar con Julieta Martínez, la elegida por Caruso, sobre esta propuesta:

-¿Julieta, qué significa todo esto para vos?
-Es muy raro, un amigo me llamó para hacer una producción porque yo trabajaba de eso. Y cuando David me conoció le pareció que yo podía andar para la película. Yo no quiero, pero me convenció de hacer el tráiler. El está tratando de convencerme porque, como no soy actriz, no me termina de cerrar, no sé si quiero que me cambie tanto la vida. No estoy muy segura, pero estamos probando a ver qué pasa.

-¿Qué parte de la idea es la que más te seduce?
-La historia es buenísima y cuando vi el tráiler terminado me terminó de convencer. Es una historia que tiene dos condimentos interesantes: tristeza y melancolía.