Cualquiera pensaría que una amistad de muchos años podría generar en Daniel Radcliffe y Emma Watson cierta incomodidad a la hora de filmar las escenas más calientes de Harry Potter 7. Sin embargo, el "mago" confesó que no fue así.
En la última película Radcliffe y Watson debieron darse un beso apasionado y el actor confesó que disfrutó mucho la experiencia. "Para ser honesto, no fue demasiado difícil. Fue muy agradable. Me gustó bastante", explicó. "Ella estuvo muy bien. Fue apasionada. Pensé que iba a ser algo suave y tímida, pero no, fue genial", reveló Radcliffe. La escena se desarrolla en el marco de un sueño.
Watson, por su parte, reveló que sí encontró muy difícil hacer la escena. "Fue como un extraño experimento social", apuntó. (Especial)